8 de marzo de 2016

Nuenen - Helvoirt (3er día de ruta)

19-09-15

Barcazas en el festival Maritiem ('s-Hertogenbosch)

El recorrido de la etapa, de 73,6 km, es este


y el perfil de la misma,

Aunque pueda parecer otra cosa, se trata de una etapa completamente llana.

Estatua de van Gogh, Klaas van Rosmalen 1984 (Nuenen)

Empezamos el tercer día de ruta siendo la jornada más larga de todo el viaje. Cargamos las bicicletas, aprovechando un momento en el que la lluvia casi casi se detiene, y tras tomar una foto con la estatua de van Gogh que hay en el parque frente a la iglesia de San Clemente, seguimos la calle Berg para salir de Nuenen. En esta calle, número 26, se encuentra la vicaría que se construyó para la familia del predicador (1764) y en la que el pintor residió entre 1883 y 1884 (el punto 79 del camino)


Casa de la familia van Gogh (Nuenen)
Imagen: GoogleMaps


'La vicaría en Nuenen', van Gogh 1885

Al llegar a la plaza triangular, donde hay otra referencia a van Gogh (un monumento de piedra colocado en 1932), cabe la posibilidad de desviarse un momento por Papenvoort para llegar a la iglesia Reformada en la que el padre de van Gogh predicaba y que él pintó.


Iglesia Reformada (Nuenen)
Fotografía: vangoghbrabant.com

'Congregación abandonando la iglesia reformada en Nuenen', van Gogh 1884

Pero es la calle Berg la que nos lleva a las afueras de Nuenen, al cruce 78, donde hacemos un pequeño parón para ajustar mejor las chaquetas y demás protecciones impermeables porque la lluvia empieza a hacerse más evidente de lo que era hasta ahora.



De paso comprobamos los siguientes números por los que tendremos que pasar para llegar a Gerwen (sólo el 74) y volvemos a darle a los pedales, sin detenernos al pasar a la altura del molino Roosdonck (1884).


Molino Roosdonck (Nuenen)

Cubrimos rápido esa corta distancia y, aunque las señales indican que no hay que entrar a la localidad, hacemos una rápida incursión para ver otro edificio al que van Gogh hizo un boceto: la antigua iglesia de San Clemente.


Iglesia de San Clemente (Gerwen)

'Iglesia de San Clemente', van Gogh 1883

Ahora sí, volvemos al camino señalizado apuntando al paso 70 a la vez que deja de llover. Y así continúa durante los siguientes 10 km en los que agradecemos la aparición del asfalto de las carreteras secundarias, una vez atravesada la zona boscosa conocida como Geeneindse Heide, a la altura de Stiphout.


Torre vieja (izda.) de Stiphout

Y de nuevo nos encontramos con el canal Wilhelmina (habiendo pasado por los marcadores 62, 61 y 63). Delante de nuestras ruedas hay ahora una recta de casi 14 km, con la única variante de un par de cambios de orilla a la altura de Son. Un tramo en el que los puentes móviles (Stad Van Gerwen, Hooydonk, Het Dorp y Houtens) será lo único que rompa la monotonía del paisaje mientras avanzamos (puntos 72 y 9).


Puente Hooydonk (Breugel)

El cruce 10 nos manda a la otra orilla del canal por un puente de madera, de modo que empezamos a rodear por el Oeste la reserva natural llamada Nieuwe Heide, que limita con la transitada N2 (punto 11), aunque la densa arboleda aísla cualquier ruido de motores. Aprovechando esa tranquilidad, que no llueve y un banco en un lado del camino, paramos unos minutos para comer alguna cosa.


Nieuwe Heide (Best)

No mucho más adelante, rodando en paralelo a la N620, una curiosa lápida nos hace detenernos de nuevo. Este hito, que forma parte de la Ruta de la Liberación, fue colocado en honor al Teniente Coronel Robert G. Cole, ya que un francotirador alemán le quitó la vida cuando señalizaba el lugar donde los paracaidistas americanos debían aterrizar para iniciar la ofensiva contra los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

Lápida dedicada a Robert G. Cole (Best)

La ruta (punto 17)nos lleva a atravesar De Vleut, una aldea de casas bastante dispersas, colocadas alrededor de una capilla dedicada a la Asunción de María, construida en los años 50.


Capilla de la Asunción de María (De Vleut, Best)

La parte de la aldea por la que salimos, es una zona recreativa con restaurantes, bares, casas de artesanos, lugares de ocio infantil... es casi como una aldea dentro de la propia aldea. Empieza a chispear de nuevo, así que memorizamos los siguientes puntos (19, 36, 38 y 57) que nos llevarán a Liempde y tratamos de recorrer esos 4 km lo más rápido posible, porque se va animando la lluvia.



De nuevo la ruta rodea la población (55, 54 y 53); un gran rodeo siguiendo los adoquines rojos por Hezelaar hasta llegar al otro lado, ya por carretera, encontrándonos unas vías del ferrocarril en desuso, que en su momento unían Holanda y Alemania a través de 17 estaciones.



El ferrocarril Duits Lijntje - Boxteler Bahn, se inauguró en 1873 para unir los puertos holandeses con Alemania. La estación de Liempde, que se ve al cruzar las vías (a la derecha), se construyo en 1889 para cerrarla al público en mayo de 1936, aunque los trenes siguieron transportando pasajeros hasta 1950. En 2004 fue cuando la línea se cerró definitivamente.



Con más lluvia cayendo cubrimos rápida la distancia hasta el cruce 42 (pasando por el punto 51 y 50), desviándonos por el camino de gravilla hacia la zona llamada Zegenrode (43), que cuenta con canales y pequeñas lagunas cerca de Boxtel.


Zegenrode (Boxtel)

La densa pinada por la que circulamos de camino a las afueras de Sint-Michielsgestel, nos vino como anillo al dedo, ya que esos 3 km fueron con los que más fuerza estuvo lloviendo, aunque la protección finalizó cuando apareció la zona residencial (75). Si hubiésemos encontrado un lugar donde parar a comer, de seguro que hubiésemos bajado de las bicicletas.

Como no fue así seguimos pedaleando (65 y 36) y, poco a poco, el cielo empezó a abrirse para dejar de llover definitivamente a la altura del castillo de Nieuw-Herlaar a orillas del Dommel.


Castillo de Nieuw-Herlaar (Sint-Michielsgestel)

Aunque se empezó a levantar en el s. XIV se demolió casi por completo a finales del XVIII. La reconstrucción se hizo teniendo en cuenta su nueva función, monástica, aunque cuando en 1970 la iglesia lo abandonaron, se volvió a restaurar (1978) echando abajo las dependencias del monasterio.

Consultamos el mapa para confirmar que nos quedan unos 6 km (64, 63, 84 y 88) para llegar a una ciudad importante, 's-Hertogenbosch, donde será más fácil encontrar un lugar en el que, si el Sol sigue brillando, secarnos y comer algo.
y así fue. Conforme atravesábamos la zona pantanosa del sureste de la ciudad, Bossche Broek, el cielo tenía cada vez menos nubes.


Bossche Broek ('s-Hertogenbosch)

Hay que pasar sobre el canal Singel para entrar a la ciudad, llegando a una arbolada plaza a la que dan las fachadas del teatro y la catedral de San Juan. Catedral gótica (1559) que empezó como iglesia y luego pasó a ser colegiata (1336). Con muchísimas restauraciones a sus espaldas, la última terminó en 2010, lo que explica algunas de las figuras...



Catedral de San Juan ('s-Hertogenbosch)


Ángel con un móvil, catedral de San Juan ('s-Hertogenbosch)
Fotografía: Dirk-Jan Visser. Fuente: www.nytimes.com

Nada más llegar a la plaza nos dimos cuenta de que algún tipo de festival estaba llevándose a cabo en la ciudad, porque había dos escenarios con un coro en cada uno de ellos (resultó ser parte de un festival de música marinera), muchísimo ambiente en la calle... así que desmontamos y continuamos andando hasta llegar a la plaza del mercado, lugar que tiene una de las casas de ladrillo más antiguas (1220) de toda Holanda: De Moriaan. 

A la izquierda, De Moriaan ('s-Hertogenbosch)

Enorme lo que había montado allí. Tras preguntar nos contaron que estaban celebrando el festival Maritiem, el mayor evento histórico-marítimo del interior de Holanda y que tenía lugar cada dos años. ¡Menuda suerte verlo! Y nos comentaron que el mercado no estaba montado para la ocasión; desde el s. XIX, cada sábado, se montaba en la plaza.



Con este ambiente no había mejor sitio donde parar a comer que en una de las terrazas que hay cerca del Ayuntamiento, aprovechando el Sol para secar algo la ropa y acumular calor nosotros... Luego compramos algo de avituallamiento en uno de los puestos e intentamos llegar al puente Wilhelmina para retomar la ruta.



Las sorpresas no habían terminado. Al llegar al puente muchísima gente se agolpaba mirando al Dommel. Creíamos que estaban mirando las barcazas, engalanadas para la ocasión, pero no. estaban cogiendo sitio para presenciar la carrera de patitos de goma. Tres bolsas industriales tenían a los 'participantes' marcados y se podía apostar por el que llegaría antes a la meta, una vez fuesen lanzados desde el puente.



Con un speaker entregado retransmitiendo la carrera, los patitos se dejaban llevar por la corriente hacia la línea blanca... mientras la gente les jaleaba. Fue realmente divertido y nos dio un nuevo tema de conversación para ir saliendo de la ciudad siguiendo el curso del río (puntos 53 y 54).



Iremos con el agua a nuestra izquierda los siguientes 4 km, hasta que alcancemos las instalaciones, en la otra orilla, del campo de concentración de Vught (24), que empezó a construirse en 1942 por las SS y, antes de estar terminado ya recibió los primeros prisioneros.


Memorial del campo de concentración de Vught (Vught)

Por lo que vemos en uno de los carteles de ruta, ahora tenemos que rodear el lago De IJzern Man, al Oeste de Vught (60, 61, 62 y 34), un extenso lago recreativo rodeado por una zona boscosa, que es utilizado principalmente como playa. Por suerte las zonas no asfaltadas cuentan con el camino en paralelo para bicicletas, que cuenta con un mejor firme o drena mejor el agua.



Y llegamos al último cruce de la jornada, el 28. Será el último porque antes de llegar a Helvoirt nos desviaremos a la izquierda abandonando la ruta, cruzando la N65 de camino al lago, ya que en sus proximidades tenemos reservado el alojamiento. Mañana más.




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Para descargar el track, este es el enlace.

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Nos alojamos en el hotel De Kruishoeve.
De nuevo las bicicletas pasan la noche fuera del hotel, bajo el voladizo de la entrada principal.

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