18-09-15
Nuenen
El recorrido de la etapa, de 57,7 km, es este
y el perfil de la misma,
Aunque pueda parecer otra cosa, se trata de una etapa completamente llana.
No ha llovido por la noche. Buena noticia porque, aunque no haya dado tiempo a que se sequen los caminos, la cosa no habrá ido a más; además confiamos en los caminos paralelos asfaltados en los tramos complicados.
De Link (Tilburg)
La etapa empieza dirigiéndonos al Sur de Tilburg en busca del cruce 82, muy cerca del lugar donde el canal Wilhelmina (1910) se cruza con la A65. Justo enfrente de la antigua casa del encargado del puente, en el margen izquierdo, aparece el camino de servicio por el que dejaremos definitivamente atrás la ciudad.
Canal Wilhelmina
Cuatro kilómetros con una sola curva, siguiendo el margen del canal, hasta que pasamos al otro lado gracias a uno de los puentes móviles. Dirección a Biest-Houtakker, un pequeño pueblo de algo más de 800 habitantes, que aparecerá habiendo pasado por el punto 6.
Desde este pueblo (punto número 5) hasta el siguiente (Diessen), rodamos por carretera asfaltada flanqueada por árboles, cómoda, atravesando el área natural llamada Annanina's Rust.
Prácticamente no tocamos Diessen ya que las flechas que indican el camino a seguir hasta el punto 2, apuntan en otra dirección.
Diessen
Nada más cruzar el río Ruesel torcemos a la izquierda, dirección Haghorst, abandonando el término municipal de Diessen. En la bifurcación del punto 2 el asfalto queda sólo para las bicicletas, en el margen derecho del camino por el que se atraviesa la zona boscosa de Het Stuk.
Algo más de un par de kilómetros es lo que hay que recorrer para llegar al siguiente cruce marcado (3), ya sin árboles a ambos lados sino extensas fincas agrícolas, el paisaje predominante de la ruta.
Según el libro de ruta esta vez sí que atravesaremos una población, Middelbeers, ya dentro de la provincia Bravante Septentrional. Para llegar, aparte de cubrir los 4 km, hay que cruzar la carretera N395 y el arroyo Groote Beerze, entrando en el pueblo por el Este (punto 25), a la altura de la iglesia Vieja, que data del s. XV. En la misma calle, pasando la moderna iglesia de S. Willibrord, vemos una panadería abierta y ya que es la hora (española) de almorzar, paramos.
Abandonamos las calles de Middlebeers por el Sur, con el objetivo de encontrar un buen lugar donde dar cuenta de lo comprado en la panadería. No tuvimos que buscar demasiado. Al llegar al cruce 32 (después de pasar por el 31), situado en la aldea de Donk, además del panel informativo esta vez hay un banco de madera. No hace falta más.
Reemprendemos la marcha hacia Vessem, tras un tiempo sentados al Sol. De nuevo bordeamos la localidad para rodar por una senda que atraviesa la zona arbolada conocida como Buikheide, al final de la cual está el cruce 30.
Al otro lado de la carretera sigue nuestro camino, buscando los puntos 49, 36 y 48, bordeando el aeropuerto de Eindhoven en un principio. La actividad aérea es notable y el ruido ambiental también, sobretodo a lo largo de los tres últimos km, que acaban en la cola de la pista principal del aeródromo (entre el punto 48 y 4) y donde había gente apostada con sus cámaras de fotos captando los aterrizajes de los aviones.
Pasamos al otro lado del canal Beatriz (1940), que está conectado con el canal Wilhemina, y luego bajo la A2 para enfilar hacia la ciudad, atravesando un parque antes de ver los primeros bloques de edificios (cruces 3, 91 y 2).
Por nuestra experiencia, al llegar a una gran ciudad es más complicado encontrar las señales que marcan la ruta. No es difícil moverse por Eindhoven gracias al carril bici aunque, sinceramente, no vimos los puntos 96 y 97 que son por los que hay que pasar antes de llegar al centro de la ciudad.
Eindhoven
Las señales están y, de todos modos, nuestro camino se separa poco de las vías del tren; sólo callejeamos un poco de llegar a la estación central, pasando bajo las vías, que se encuentra al lado de la de autobuses. Tráfico intenso en los alrededores de esta zona, pero de bicicletas. Nunca habíamos visto tal cantidad de bicicletas urbanas por una ciudad.
'Lampegatter' de Segismundo H. Ranitz, 1982 (Eindhoven)
Torcemos por Stationsplein, donde se encuentra la escultura Lampegatter (el símbolo del Carnaval en Eindhoven), para meternos en zona peatonal, muy cerca de la plaza del Mercado en la que se han estado poniendo puestos de venta ambulante desde 1232.
Plaza del Mercado (Eindhoven)
Tienda de pinturas Baijens' (Eindhoven)
Fuente: http://www.vangoghbrabant.com
En esta zona decidimos parar a comer, porque hay bastantes bares y restaurantes donde elegir y, sobretodo, porque si lo hacemos más tarde no encontraremos nada abierto. Con algo más de peso nos acercamos al punto 94 (habiendo pasado por el 95) donde empieza el canal Eindhovensch (1846).
Canal Eindhovensch
El canal se extiende por la zona industrial de Eindhoven, motivo por el que fue construido, aunque desde 1974 ya no circulan barcos por él. Desde entonces sólo piraguas. Es curioso el puente de elevación que se puede ver en este tramo que, en total, ronda los 4 km siempre por el margen derecho hasta alcanzar el cruce 77, a la altura de Geldrop.
Pasamos al otro lado del canal entonces, hacia el punto 75, donde nos espera una agradable sorpresa. Menos mal que en el libro de ruta venía más o menos indicada, porque no había mención alguna en la carretera: se trata del molino hidráulico Coll.
Molino Coll (Eindhoven)
En funcionamiento desde el s. XIV hasta 1920, habiendo sufrido varias transformaciones. En 1975 surgió la iniciativa para recuperarlo (terminaron en 2003) que tomó como base para la restauración la pintura que Van Gogh realizó del molino en 1884.
'Molino de agua en Kollen cerca de Nuenen', Van Gogh (mayo de 1884)
Molino Coll (Eindhoven)
No queda mucho para terminar la etapa de hoy, al menos la parte diurna. Y es que una de las zonas más espectaculares de la ruta se tiene que hacer de noche, sin duda. Pero antes de todo esto hay que llegar a Nuenen, dejando atrás ese tramo especial que empieza en el cruce 99.
Camino Van Gogh-Roosegaarde (Nuenen)
En las afueras de Nuenen (punto 35) nos topamos con otro edificio inmortalizado por Van Gogh en noviembre de 1884: el molino de Opwetten. Catalogado como Monumento Nacional en 1972, se construyó en el S. XI para fabricar harina y cuenta con la mayor rueda de agua (9,3 m de diámetro) de toda Holanda.
Molino de Opwetten (Nuenen)
'Molino de agua en Opwetten', Van Gogh (noviembre de 1884)
Ahora sí, continuamos hasta el centro de Nuenen (punto 79), nos bajamos de las bicis y desmontamos las alforjas. El segundo día de ruta lo damos por finalizado y como tal, lo celebramos en una terraza del pueblo y andando por sus calles; hay que hacer algo de tiempo hasta que baje la intensidad de la luz y volver pedalear de nuevo.
Llegado el momento volvemos a las bicis y salimos de Nuenen hacia el molino de Coll, ya que entre él y la A270 está el conocido como el Van Gogh- Roosegaarde path, un camino inspirado en el cuadro del pintor La noche estrellada que se inauguró en 2014. Es toda una experiencia moverse sobre las espirales verdosas del suelo mientras una luz violeta se enciende intermitentemente en algunas curvas.
Tras recorrer el camino varias veces y hacer varias fotografías, volvemos a Nuenen algo antes de lo previsto empujados por la aparición de la lluvia. Mañana más.
Iglesia de S. Clemente (Nuenen)
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Para descargar el track, este es el enlace.
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Nos alojamos en el Parkhotel Auberge Vincent.
No tienen previsto un sitio para dejar las bicis bajo techo. Las dejamos atadas en una especie de patio interior que hace las veces de terraza del restaurante.
